23 marzo 2012

El final feliz...

Encontré mi familia
Cuando inicié esta búsqueda de raíces en el otoño de 2006, creo que además de descubrir quién era mi abuelo y cómo eran sus, y mis, raíces en Valencia, buscaba una familia. Sentía llamado a reunirme con la familia de mi abuelo, la rama perdida del árbol familiar de mi madre. Como aparentemente mi abuelo tenía hermanos, por una historia que me contaba mi madre, seguramente teníamos parientes allí, pensaba. Muchas veces, el ejercer de la imaginación y soñar con conocer a mi familia valenciana me sirvió para seguir, en los momentos más desesperanzadores, con mis investigaciones. Imaginaba una reunión de familias, separadas por tanto tiempo... Yo el nieto de aquel tío que se fue a vivir en Ohio. Toda mi familia presente y reunida por la primera vez con su parte valenciana.

Al final, parece que no tengo familiares de sangre, al menos de la familia directa de mi abuelo. Su hermano mayor Salvador Sanchis Amades (Picasent, 1902) y sus dos hermanas Ramona (El Cabanyal 1908) y Gloria (El Cabanyal 1913) desaparecieron. Gloria, cuyo nombre lleva mi madre, murió sólo unos años después de nacer en 1916. De Salvador y Ramona no puedo documentar el final de sus caminos pero con la brutalidad de la Guerra Civil y la destrucción de la riada de 1957, es probable que no las sobrevivieran.

Es imposible no acordarme de cuando pasé un fin de semana en Valencia en julio de 2010, tenía tanto orgullo de decir a todos mis compañeros que mi abuelo era de allí y a la vez sentía muy triste adentro. Allí estaba, un turista en mi propia casa. Incapaz de solucionar la historia de mi abuelo, era un turista americano más. A pesar de mis esfuerzos e investigaciones, sólo había logrado localizar el viejo barrio de mi abuelo y aunque parecía que había hecho bien en hacer esto, sentía vacío por dentro porque allí estaba en la misma arena que pisaba mi abuelo cuando tenía los mismos años que yo y aún parecía imposible, como que un mundo me separaba de lo que buscaba, de una conexión importante. Estar allí y sentir esta tristeza me motivó a seguir con mis investigaciones para algún día volver y no sentir así (al final ha pasado).

En aquel entonces, obtener la ciudadanía española era una obsesión. Pensaba que reclamar esa conexión formal con España, que mi abuelo tuvo que renunciar en su día, sería la mejor manera de honrar a mis ancestros y satisfacer estas ganas que guardaba adentro de descubrir mis raíces. Ahora, la ciudadanía es lo de menos. Es un papel y aquel papel aunque me llenara de orgullo terminaría significando absolutamente nada. No tendría una conexión más allá de hacer las vacaciones allí de vez en cuando y presentar mi pasaporte español a los agentes de las aduanas. Está claro que en esta búsqueda de raíces, aunque antes ni me diera cuenta yo mismo, buscaba algo mucho más profundo, una conexión mucho más fuerte.

Al final, encontré lo que buscaba... una familia. Así es el trato que he recibido en estas últimas semanas de los levantinistas y en especial desde la familia de mis padrinos y la familia de los Lopez, un trato muy cariñoso, acogedor y, sobre todo, familiar. Este último, quizás, es el único adjetivo que realmente empieza a hacer justicia a vosotros, los granotas. Me siento tan identificado con vosotros que parece que siempre fuera un granota y sólo tenía que descubrirlo. Está tan dentro de mí que estoy seguro que los genes, al menos los de los levantinistas, transmiten militancia futbolística porque esto no se explica de otra manera.

Este viaje también me sirvió para comprobar el orgullo que suponía mi historia para los granotas. Me alegro de que mi historia os haya impactado y que os sirviera como motivo de orgullo. A mí me cuesta contener las lágrimas al pensar hasta dónde he llegado en esta búsqueda de raíces. Seguramente no sabéis cómo me habéis impresionado y lo orgulloso que soy de vosotros y de formar parte de vuestra piña. Lo que viví en este último viaje a Valencia hace unas semanas, superó sumamente a todo lo que podía haber imaginado, ni en aquellos momentos bajos cuando dependía de la imaginación para seguir investigando las raíces de mi abuelo ni en mis mejores sueños. Sois mucho mejor (y mucho más numerosa) que la familia que imaginaba.

Gracias padrinos, Sergi, Didac, María, a los Lopez y los de la peña AmuntGranotes, a Jorge, Mar y José, a Ricard el abogado, a Boro, a José Luis García Nieves, a Xavier "Lliure" Copado, Felip Bens, a Pau Ballester, a Rafa Jordà, a Estanis, a Héctor Conesa, a David Salavert, a Luca, a Emilio Nadal, a Alberto Gil, a Quico Catalan, a los del programa Sin Tregua, a Lluis Mesa Reig y el ayuntamiento de Estivella, a José Mocholi, Raúl, Eric, David, a Rubí, Mikel, Sergio Alcantarilla,  y la casi infinita lista de personas que me recibieron como un amigo y me pusieron una sonrisa o me hicieron reír. Gracias a todos los que hicistéis que las semanas de mi viaje valenciana fueran maravillosas. Siempre llevaré conmigo las sonrisas, las risas y la pura felicidad que sentí con vosotros y, de esta forma, siempre estaráis conmigo.

El final feliz, para mí, es
que esta historia sólo acaba de empezar.
¡AMUNT LLEVANT! Nos vemos pronto...

6 comentarios:

  1. Me emociona leerte porque además de describir tus sentimientos encima escribes muy bien. Me emociona leer en tu texto el nombre de Estivella y el mio aunque sé que por ti hemos hecho muy poquito. Te esperamos siempre en Estivella y en mi casa y para mi siempre serás
    L'AMERICÀ D'ESTIVELLA

    LLUÍS MESA

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  2. Escribes muy bien Deán!!! Continúa escribiendo por que tus “fans” seguiremos leyendo!!!! No dejes de acompañar tus escritos con fotos!!!

    Lydia

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  3. Un saludo muy fuerte desde Valencia.

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  4. Grande Dean, te esperamos con los brazo abiertos.
    Maxto Llevant!.

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  5. La familia normalmente no se elige. En tu caso tu nos has elegido y te hemos aceptado. Por ser como eres has calado en nuestros corazones. Durante 8 meses hemos seguido de cerca este periplo que te ha traido hasta nosotros. Deseo que esta historia tenga el final feliz que te mereces por tus buenos sentimientos.
    tu padrino, Joan

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  6. Como Tú bien dices , esto sólo acaba de empezar
    Post aunténtico, escrito con el corazón.Siempre estaras con nosotros aunque estés lejos
    Manolo

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