24 diciembre 2010

Viajes hernandianos: Alicante

 Rosa roja para ti
Tumba de Miguel Hernández en Alicante, Valencia
(foto: sacado por el autor)

Alicante: Ciudad que le enteró

Alicante simboliza el triste fin de camino en la vida de Miguel Hernández. Allí es obligatorio reconocer la realidad fea de la guerra civil y del franquismo que puso fin agónica a la vida de un poeta tan puro de corazón.

Alicante y su puerto mediterráneo

Alicante supuso un tiempo muy difícil en mi vida. Había hecho La Senda del Poeta y allí estaba unos días muy solitario. Fue tal vez lo más solo que he sentido en muchos años. Extrañaba muchísimo a mi novia y el alivio que me dan mis amigos. Tenía mucho tiempo para pensar y así dedique mis días en Alicante. Aquí reparto los lecciones que he sacado de esos días que aún hoy en día tienen relevancia en mi vida.

Al entrar en la puerta del Cementerio Nuestra Señora del Remedio de Alicante, tenía algo de ansiedad como si fuera viendo un viejo amigo. Había un paz tremendo allí ante la tumba de Miguel Hernández. Sólo hay el sonido del aire pasando por las calles del cementerio, de unas personas limpiando las tumbas de sus ancestros y unos gatos como espíritus reencarnados pasando siestas a los pies de las tumbas.

Tumba de Miguel Hernández
Allí descansa el cuerpo de Miguel, junto con su esposa y su hijo. Puede que su espíritu está allí pero mejor decir que perviva en todos esos lugares, en su poesía y sobre todo en nuestros corazones, los corazones de sus discípulos y lectores. Y ese espíritu no guarda rencor a nadie. Así es la muerte: cuando todos somos polvo, poca importa lo demás.

Pues, la lección que he sacado de esa experiencia es igual: no debemos guardar rencor ni odio ni resentimiento porque nos hacen de menos. Lo que ha pasado, ha pasado y sólo nos sigue dañando si guardamos emociones negativas como éstas dentro de nosotros. Como he hecho en todas esas entradas de blog sobre Miguel, nos toca enfocar en él, sus mensajes y consejos. 

Esas lineas de poesía de Miguel hablan de esa lección...
No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme. no.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
¿Quién encierra una sonrisa ?
¿Quién amuralla una voz?
...
Libre soy, siénteme libre.
Sólo por amor.
Aunque los fascistas, los franquistas, los nacionalistas intentaron romper el espíritu de Miguel Hernández, poniéndole en la cárcel y dejándolo sufrir: nunca lo consiguieron, ni en su muerte. Y como bien nos enseña Miguel: ¿Quién encierra una sonrisa? Pues, ¿Quién puede atrapar Miguel hoy? Franco intentó medio la censura terminar con Miguel Hernández, pero nunca lo consiguió. El espíritu de Miguel es mucho más fuerte y aún así limpio, puro de corazón, SIN RENCOR.

 "Sangró, Luchó, PERVIVÓ"
Tumba de Miguel Hernández

Pues, si Miguel no está enfadado, ¿por qué nosotros? Sí, hay que recordar la brutalidad, el odio profundo del fascismo para que no vuelve a pasar en el mundo, pero al mismo tiempo nos dañamos si vivimos lleno de rencores. Sólo tenemos que pasar por un cementerio a escuchar lo que nos dicen nuestros antepasados. Nos dicen: "¡Basta! ...que ya hemos muerto. ¿Para qué sigues luchando nuestras batallas? ¿Para qué nos sigues usando como petroleo para el fuego de guerra, cuando debemos ser agua de paz?" 

Pues, felices fiestas del fin de año para ti, sean navideñas, de reyes, de lo que sean. ¡Que disfrutes y que contemplas lo transitorio que es la vida y la importancia de vivir al máximo y no malgastar nuestro tiempo en el rencor!


 "Libre soy sienteme libre, solo por amor"



*Anuncio del próximo tema*
Será: Profesor de Español
Llegamos al fin del ciclo sobre Miguel Hernández y ya he escogido el próximo tema. Será "Profesor de Español", un título que mi abuelo y yo compartimos. Él fue Profesor de Español y dentro de año y medio yo también tendré el mismo título de "Profesor de Español".

05 diciembre 2010

La Senda del Poeta


"La Senda del Poeta"
Sacado en las afueras de Orihuela por el autor
El viaje más hernandiano

Hay pocas cosas en la vida que puede probar la mentalidad y fuerza de una persona como pruebas de aguante física. La Senda del Poeta como El Camino de Santiago (que hicé en 2006) eran desafíos importantes en mi vida y tienen historias importantes en mi vida. He sacado lecciones, actitudes, filosofías de vida de esas experiencias. También he aprendido mucho de mí mismo y me he reforzado por medio de ellos. Hoy con respecto al mes que he dedicado mi blog a Miguel Hernández, me toca hablar de mi andadura por La Senda del Poeta, sin lugar de dudas el viaje más hernandiano.

Venían las vacaciones después del primer mes de clases pero antes del comienzo de las nuevas en mi programa de estudios en Alcalá de Henares, pues era momento para viajar. Algunos compañeros planeaban viajes a lugares exóticos como Italia, Inglaterra, Marruecos, e Ibiza. Como había gastado toda mi pasta para estar en España por el verano estudiando, pues no tenía dinero para esas tonterías. Tampoco quería quedarme todo el rato en Alcalá. Cuando descubrí La Senda del Poeta mientras pasaba por internet, lo tenía claro: compré boleto de bus para Murcia. Allí empieza la aventura.

Al llegar ni tenía mapa para saber a dónde ir. Así me gusta empezar: sólo, explorando, intentando sobrevivir todos los desafíos. Pues hasta los fallos terminan con buena memoria. Andaba por medio Murcia sin encontrar la estación de tren. Al final entraba en otro municipio y tenía que regresar para ver que realmente solo hubiera sido un camino de 15 minutos desde donde paró el bus. Eso de perder el camino me pasaría veces innumerables en este viaje, en especial durante La Senda. 

Autor al punto de iniciar la Senda del Poeta
junto a un retrato del poeta en la casa-museo.
El 30 de Junio de 2010 (a cuatro meses del centenario de Miguel Hernández), empecé el camino, partiendo desde la casa-museo de Miguel Hernández. La conservadora del museo me miraba como si fuera loco. Me informó que normalmente La Senda sólo se la hacen en días especiales y con cientos o miles de personas andando juntas. Ya sabía de eso y como no pudiera hacerlo en otro día ni tiempo del año no me quitaba el deseo de hacerlo ni mi ilusión, pero sí resultaba que mucha gente me miraba raro. Quería hacerlo en homenaje a Miguel Hernández y así no me importaban las circunstancias.

Ese camino tiene algunas partes muy bonitas como los limoneros (he aportado mis semillas de cerezas para futuros senderos, así que...) que se puede ver en muchas partes y por supuesto las sierras. Mucha de la senda es tierra campesina y te encuentra con muy buena gente por allí. Por ejemplo, había un cartero que andaba con un cuchillo partiendo un melón verde para pasarlo bien mientras hacia sus rondas. Al verme, y sin decir unas pocas palabras, me dio una parte del melón y sus deseos para una buena senda. Yo quedé boquiabierto. Esto no hace nadie en ninguna otra parte en que he estado menos España. La gente española es diferente. Es tan abierta y amable con quienes hacer los mejores amigos. Siempre me han tratado fenomenal allá, hasta la gente que ni he compartido más que cinco palabras en alguna calle. Me da tanto orgullo decir que comparto sangre con la gente española tan buena gente que es.

Las Sierras desde una larga distancia.
Orihuela, donde empecé, está ya muy lejos.
Como muestra la imagen, el paisaje de España, igual que la gente española, no tiene nada que envidiar del resto del mundo. En EEUU, te cuesta mucho encontrar lugares que no están tocados por la mano destructiva del hombre. Allí en España es otra historia. Estando en esa tierra y estando sólito pensaba en muchas cosas. Necesito tiempo como ésta me dio para recuperarme de la vida. Pasar un día andando, afuera, con un sol fuerte y la naturaleza exhibiéndose, y la paz del silencio es muy bonito. Es irónico que algo que te exige tanto esfuerzo te da aún más. Cada paso me hizo madurar.

 Cada signo del camino fue una victoria
(Afueras de Granja de Rocamora)
PERO todo aventura tiene sus desventuras y esa senda no pasó sin muchas de ellas. Perdía el camino sin saber veces innumerables, quemaba en el sol, fue atacado por moscas, recibí malas direcciones y consejos, y faltaba agua y comida. Es irónico pero razonable que tengo esas imágenes de signos de La Senda porque siempre que veía alguna indicación del camino lo celebraba como si fuera un regalo del cielo. Seguro que Miguel me miraba, pobre perdido que era,  y me echaba una mano.

Como daba homenaje a Miguel, pensaba mucho en él. Para mí, siempre será un ídolo. Me siento apóstol de Miguel porque me guía y me inspira. Da lecciones de vida como que la vida debe ser algo sencillo, lleno de pasión y repleto de amor. Ha dejado su ejemplo: ser un hombre fiel, apasionado, cariñoso y tan universal como los temas de sus poemas.

Espero que en mi vida siga los pasos de Miguel tanto que como hice en La Senda del Poeta, desde Orihuela a Alicante. Aspiro a que durante el camino de la vida pueda llegar algún día a ser un tercio del hombre que era Miguel Hernández.
Enlaces:

Estatua de Miguel en Albatera

"Conozco bien los caminos
conozco los caminantes
del mar, del fuego, del sueño
y te conozco a tí
que estás dentro de mi sangre"
-Miguel Hernández





Etiquetas: Albatera, Callosa de Segura, Centenario, Cox, Granja de Rocamora, Murcia, Orihuela, Redován,

01 diciembre 2010

Viajes hernandianos: Orihuela

La casa-museo de Miguel Hernández en Orihuela, Valencia
(foto: sacado por el autor)

Orihuela: Ciudad que le dio la luz  

Como ya estamos bajo la sombra del frío de diciembre, da diversión y alivio al espíritu pensar en lugares más tropicales. No quiero hablar de Orihuela como si fuera en Gran Canaria, pero sin embargo es una ciudad donde siempre ha brillado el sol maravillosamente cuando yo he estado en aquellas tierras. La gente oriolana también tiene su propio calor. Es una gente simple, tranquila pero también bondadosa. Su sonrisa y alegría y todo lo que es Orihuela me habita como un fuego adentro que me defiende ante los ataques constantes del viento invernal. 

Ciudad donde nació, maduró y donde sigue más luminoso la memoria del poeta. Orihuela es sinónimo de Miguel Hernández. Hasta parece que hoy en día Orihuela es Miguel Hernández. La ciudad tenía una influencia tremenda en Miguel Hernández la persona, tanto que es imposible ignorar el sello de Orihuela en Miguel Hernández y su poesía. Pero tampoco hay Orihuela sin Miguel Hernández quien ya representa más que un símbolo de la ciudad. Los dos están tan vinculados que no se puede tener el uno sin el otro: son la misma cosa. Puede ser que Miguel Hernández perviva en Orihuela porque es una ciudad que resiste y que sigue viviendo con la simplicidad y tranquilidad adentro.

 
Mural dedicado a Miguel Hernández

Allí la mayoría de las calles son estrechas y no permiten coches. Allí hay gente pobre, viviendo en casas modestas como la de la infancia de Miguel Hernández que hoy en día es museo. A unos pasos del dicho museo se puede encontrar los más pobres. Allí los chicos juegan la pelota en el adoquín o el parque central, los adultos pasean y conversan, y los ancianos se toman el aire y la vista sentados en los bancos. Hasta la parte más moderna de Orihuela no se olvida de la forma oriolana de vivir la vida. Hay una tranquilidad en el aire la cual no se puede fallar de reconocer. Las palmeras y los edificios históricos dan testimonio al ambiente natural que tiene pero no al afecto que lo hacen las sierras a la espalda de la ciudad. Puede ser la vista de las sierras o sus sombras o lo demás ya descrito, yo no soy quien para especular, pero sin duda hay algo dentro del espíritu oriolano que transmite humildad, bondad, alegría… Así fue Miguel Hernández. El único verdadero poeta del pueblo. Una persona que nunca perdió el norte de sus raíces ni su amor por la vida del pueblo.

La casa de infancia de Miguel Hernández (ver la imagen al inicio) es el corazón del hernandianismo. Allí perviva la memoria de Miguel. Su casa muestra plenamente sus raíces modestos. Te marca como tan gran persona salió de una casa así y con inicios tan humildes: los de un pastor. La parte de atrás de la casa es preciosa: 

Allí rodeados de la belleza natural del jardín y la cuadra de animales, mi hermano Grant, mi abuela y yo nos quedaron a leer unos poemas de Miguel durante nuestro viaje en coche en el verano 2009. Yo fue el encargado de dar voz a tan emotivas y triunfantes palabras como las de la poema Campesino de España.
Vencedores seremos,
porque somos titanes
sonriendo a las balas
y gritando: ¡Adelante!

Fue uno de los primeros poemas de Miguel que me tocó de forma especial y desde aquel entonces no lo puedo borrar aún si intentara. Me recuerda mucho de mi abuelo porque él también venía de raíces valencianas y modestas. En esa imagen de un campesino español también me veo yo. ¡Así me quiero retirar!

Viajar a Orihuela es obligatorio para cualquier hernandiano. Es la joya de la corona de todos los lugares que tenían importancia en la vida de Miguel Hernández. El día de hoy Orihuela está más preparado para el turismo que supone ser la ciudad de Miguel Hernández. Hay varios oficinas turísticas y muchos lugares destacados para visitar, incluso una ruta hernandiano dentro de la ciudad que recorre todos los lugares y edificios con importancia especial en la vida del poeta.

Yo que lo he visto dos veces aún siento el tirón de volver y redescubrir lo bonito que es Orihuela. ¡Seguro que vuelvo tan pronto como puedo!


Foto montaje de Orihuela
por Deán Burrier Sanchis

He tenido la suerte de haber visitado la ciudad de Orihuela en dos ocasiones. Como es una ciudad tan preciosa para el ojo, os dejó los mejores de mi colección de fotos desde mis visitas a Orihuela.

Colegio de Santo Domingo

¡Qué bonito sería tener un piso en Orihuela!

Escudo de la ciudad junto al río que parte la ciudad.
El edificio iluminado es la Catedral de Orihuela


Foto de un joven Miguel Hernández

Vista maravillosa del jardín desde la parte de atrás de la casa

Fragmento del poema Sentado sobre los muertos en la cocina.

Retrato de Miguel Hernández

"La libertad es algo
que sólo en tus entrañas
Bate como el relámpago."

17 noviembre 2010

Viajes hernandianos: Madrid

 Orihuela - Madrid - Alicante
Monumento a Miguel Hernández en el parque del Oeste en Madrid
(foto: propriedad del autor)

Madrid: Ciudad que le convirtió en perla

Parada de Metro "Miguel Hernández" en Madrid
(foto: propriedad del autor)
Una perla es tan pura y clara, una cosa preciosa, pero una cosa que cuesta muchísimo trabajo por hacer.

Así fue Madrid para Miguel Hernández: un lugar para madurar, crecer y mejorarse como persona y poeta. Pues, tiene algo de sentido empezar en Madrid mi ruta de Viajes hernandianos que hizo en julio y junio de 2010 pasando por Madrid, Orihuela y Alicante para repasar la vida del poeta que más influencia ha tenido en mi vida.

La trayectoria poética de Miguel Hernández tuvo sus dificultades. Cuando el poeta dejó a su Orihuela natal para la ciudad de Madrid, encontró un mundo de dificultades y obstrucciones. Empezó trabajando siempre donde hubo trabajo, haciéndose periodista. Tenía la suerte de cruzar caminos con algunos de los grandes poetas de la época: Neruda y García Lorca, entre otros.

Pero la estancia de Miguel Hernández fue parteado por culpa del dinero y de que no gozaba del éxito esperado. Al final, regresó a Orihuela, pero dentro de unos años había vuelto a Madrid a buscarse la vida y esta vez les encontró la suerte y el éxito.

Veo paralelos con mi vida y la vida de mi abuelo. Como Miguel Hernández, mi abuelo Vicente también tomaba un gran paso en la vida cuando se fue a vivir en Estados Unidos. Casi sin posesiones ni contactos, se fue para buscar una vida mejor. Obviamente tenía sus dificultades pero al final salió victorioso del desafío.

Escritura en la pared
Para mí, Madrid siempre ha tenido un aire de casa fuera de casa y al mismo tiempo ha sido un lugar que me ha estimulado a trabajar para atener lo mejor de mí. Como Miguel Hernández, yo llegue a Madrid sin muchas ideas de la vida ni de mí mismo y salí la primera vez algo derrotado. No hablaba el idioma ni entendía mucho del mundo español. Tenía mis frustraciones y estaba algo deprimido como tenía que haber sentido Miguel al no encontrar el éxito con su poesía. Yo, como él, también regresé a casa para ponerme las pilas e intentar mejorar. He regresado a Madrid varias veces y siempre he notado que la ciudad me ha dado un punto de inflexión para salir adelante en la vida. 
Monumento a Miguel Hernández en el parque del Oeste en Madrid 

Es una ciudad tan impresionante que te quedas algo humillado y recuerdes que nadie te va a regalar nada y que tienes que trabajar y luchar para todo lo que quieres sacar de esa vida.


Miguel Hernández, mi abuelo y yo tenemos, como muchas personas, la marca de grandes saltos en nuestras vidas. Los grandes saltos son las experiencias que cambian y dejan huellas en las vidas de personas. Son los que nos acercan a nosotros mismos y nos revelan quiénes somos y de qué estamos hechos. Ese blog y ese camino en busca de mi abuelo ha sido un pequeño salto que ya ha dejado huella en mi vida y espero continuar repartiendo mis experiencias aquí para los que quieren leerlas pero sobre todo para mí mismo y mi crecimiento como individuo y persona.

Estatua de Miguel Hernández
Parada de Metro "Miguel Hernández" en Madrid

Nota sobre las fotos
En este recorrido por los lugares más importantes en la vida de Miguel Hernández relacionados con Madrid, he compartido las fotos de mi colección personal sacadas en mis visitas a estos lugares.

16 noviembre 2010

"Madrid"

La Osa de Madrid (foto: de mi hermano, Grant Burrier)

Madrid
por Deán Burrier Sanchis

Como una estrella saliste por la noche
Tu cara lunar: tan blanca como lucente
Algunas horas atrás se fue la medianoche
Estaba tan ansioso que sentí adolescente
Busco sin descubrir adonde
La Osa se esconde
¿Por dónde? ¿Por dónde?

El tiempo para y me quedo sin reservaciones
No duermo pero seguro que estoy en sueño
Quedan disipadas hasta mis inhibiciones
Solo me demandan el mínimo de mi empeño.
Perdido en las calles sin por dónde ir
Pero ese crepúsculo tenemos que compartir
¿A dónde la Osa me quiere conducir?

Noches tan largos que salen soles
Yo sin cansancio, Llévame al baile
Así de lunáticos, somos españoles
Osa lleno de ocio. Pues, dale-dale…
Pero me lleva más allá de la incerteza
Hasta que me arrastra la Tristeza
¿Cómo sacarme de esa Pereza?

Siete estrellas. Siete razones. Te las cuento.

Como la Osa de Madrid te admiraba
Tan perseguidor de la sabiduría
Como ya una sabia.

Como en el Retiro en ti descansaba
De tanto estrés y miedo sufría
En mis manos te tenía.

Como la preciosa Cibeles te observaba
La reina del mítico paseo del Prado
Pero sin tocar: momento desaprovechado

A unos pequeños pasos, la Puerta de Alcalá
Gran símbolo español de la independencia
Como guiño hacia nuestra interdependencia.

Mis días finales andando por la Gran Vía
Imaginé para ver lo que pudo, veía
Todo una encrucijada de ingenia.

Las tardes inconsolable en Las Ventas
Por evitar la provocación de los lloros
Me pongo indefensa ante los toros.

Como de Atocha, en derrota, te salí
Bajo luna, cabizbajo, otra vez alicantino
Pero todo camino tiene su destino…       

Estrellas alineadas, contadas por mí
Eres mi rincón favorito de Madri


D B S

14 noviembre 2010

"Muchacha en la Ventana"

Muchacha en la Ventana de Salvador Dalí

Muchacha en la Ventana

por Deán Burrier Sanchis
Inspirado en la pintura
“Muchacha en la Ventana”
de Salvador Dalí

Tus ojos fijados en el horizonte
Allá donde tu pescador.
Tu cuerpo ya vestida de noche
Ropa suelta y brazos esperanzador
Tu pelo rizado y bonito,
Como tú, puesta para gala.
Tus zapatos de baile empolvados
De tanto desuso, como caídos de bala.
Allí tú, atrapada en nuestra ventana.

Allí yo, atrapado en fría encrucijada
Yo secluso, afuera en clima mala
Mis botos de pesca fastidiados
Como yo, casi de para tala.
Mi perfil gastado y negrito
Chaqueta astringida y brazos esperanzador
Ya listo para la noche
Allá con mi amor
Mis ojos vueltos hacia puerto.

¡Que me esperas
Pero que no desesperas!

No quiero que seas
La muchacha rota de esperas
Atrapada en cadenas
Siempre pendiente de mí.


Quiero que seas una paloma
Libre, tu vuelo más que loma
Sabia, lista y con diploma
Siempre una parte de mí.


D B S

11 noviembre 2010

Mi poesía



Hace más o menos un ano, empecé a escribir mi propia poesía gracias a la inspiración que me ha dado Miguel Hernández y como he dicho en mi último blog “La poesía”: escribir poesía es algo que me conecta con mi abuelo. Ese acto de escribir y ser poeta me ha ayudado muchísimo como persona y ha liberado mi espíritu desde la vida que nos atrapa y una sociedad que desanima que expresamos lo que guardamos muy adentro o que compartimos nuestra vulnerabilidad con los demás. Escribo para mí, como terapia. Escribo para documentar mis experiencias en esa vida y sobre todo para liberarme.


Aquí iré compartiendo los poemas que quiero poner para que la gente los lean.
*A partir de allí todos los blog de poemas aparecerán con títulos entre citas*
La primera no hace falta ni explicación

 
Mis Poemas
Por Deán Burrier Sanchis

Mis poemas son experiencias y expresiones
De amor, de vivir, de sufrir.
Contienen mis esperanzas y confusiones
De cómo la vida me hace sentir.

Mis poemas son cartas de amor
En versos simples.
Contienen sentimiento sin censor,
En ritmos juveniles.

Mis poemas son escritos para ti
Enviados desde lejos.
Contienen el deseo que tengo en mí
De verme reflejado en tus ojos.

Mis poemas son de mí mismo una reencarnación
Yo capturado en letra
Con todo lo mío: mi emoción e imperfección
Mi poesía me penetra

D B S

09 noviembre 2010

La poesía

Autor en frente de la casa de Miguel Hernández
con la antología poética del poeta en mano. (Junio 2009)


Una vía para comunicar con los muertos 

"Aunque bajo la tierra
mi muerto cuerpo esté
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré."
-Miguel Hernández
   
En el otoño de 2008 me encontré en mi primer semestre de universidad. En aquellos primeros meses tenia todo un mundo grande en frente. Decir que tenía algo de ansiedad y miedo sería engañoso. Pero unos escritores españoles me ayudaron a pasar por momentos difíciles con confianza y coraje. Estos escritores son Miguel Hernández y Federico García Lorca. Me recordaron de mi abuelo, de su lucha por la Republica, de mis raíces, pero sobre todo me dieron una visión de un mundo mejor con poemas de emoción e inspiración. Como ya estamos en el año del centenario de Miguel Hernández me toca hablar de su poesía y el gran efecto que ha tenido en mi vida.

Aún recuerdo aquel primer momento de encontrar a Miguel Hernández. Estaba pasando páginas de un libro de texto dedicado a literatura española, leyendo sobre autores y llegué leer sobre un Miguel Hernández, soldado-poeta en la banda republicana, muerto en prisión franquista. Ví muchos paralelos con la vida de mi abuelo a quien empezaba a investigar con más frecuencia en esa época. El libro de texto incluía Nenas de cebolla que sigue siendo un poema tan precioso para mí. Al leerlo evoqué muchas emociones, sentimientos que guardo adentro sobre mi España: la republicana, la de la libertad de opresión, la del gobierno elegido, la de la no-monarquía. Tenía la realización que este Miguel Hernández era un hombre que tenia esa visión y que había luchado y muerto por ella.

Pues, de aquí, estaba fascinado con la figura de Miguel Hernández y con su obra. Iba buscando información sobre su vida en Internet y leyendo sus poemas. Sus poemas me recordaron de lo bonito que es mi país, España, y su idioma, el español, pero sobre todo la gente española, mi gente, mis antepasados, mi abuelo. Sus poemas, como Campesino de España, me transmitían tanto amor y orgullo por hombres como mi abuelo y Miguel Hernández que lucharon contra el franquismo. La obra de Miguel Hernández siempre me ha transmitido valores y filosofías de vida, como si fuera mi viejo abuelo, dándome sus consejos y lecciones sobre la vida. Así es Miguel Hernández para mí: como un viejo conocido, un familiar distante.

Solo la poesía podría hacerlo posible, ofreciendo esa oportunidad de conectar con la alma de una persona. La poesía es algo que cuando esta bien hecha te saques una parte de ti y la roba tu poema. Es como si dejas todo tu corazón y alma en capturar ideas, sentimientos, palabras, etc. que al final el poema no es tan solo una reflexión de ti, mejor es una encarnación de ti. Y poemas nos pueden sobrevivir, como los de Miguel Hernández han sobre.

Termino este blog tan especial para mí con el recuerdo de un momento muy significativo para mí. Alguna vez estaba hablando con mi abuela sobre Miguel Hernández. Creo que estábamos repasando nuestro viaje a España en su casa en Ohio. Al hablar de Miguel y de mi afición por la poesía, mi abuela me interrumpía:
¿Sabias que tu abuelo le gustaba la poesía?
Sí. Leía mucha poesía…hasta recitaba poesía
de vez en cuando…”       
Seguramente leía Neruda, tal vez Kipling o Machado, y por supuesto tenía que haber leído a Miguel Hernández.

Como si fuera, allá arriba, manejando mis ojos, mis manos, mi mente hacia la poesía y Miguel Hernández…

Si escuchamos a los voces de la poesía podemos comunicar con ellos… ¿y que nos dicen?


Descansen en paz.
Seguid conmigo y con nosotros.

30 octubre 2010

Centenario de Miguel Hernández

Miguel Hernández
Nacido un 30 de Octubre de 1910
Recordado hoy el 30 de Octubre de 2010

Querido Miguel,
En el día de su centenario, doy pausa para dedicarte unas palabras. Gracias por todo lo que me has dado en sus palabras. Me has impactado muchísimamente. Gracias por vivir como viviste y por demostrarnos lo grande que es pasar por la vida siempre con amor, pasión y sencillez.
Un fuerte abrazo,
Dean Burrier Sanchis  

Autor en la casa-museo del poeta Miguel Hernández
con un retrato del poeta (Junio 2010)
Hoy es un día muy especial para todos nosotros que nos identificamos con el gran poeta del pueblo: Miguel Hernández. Hoy, 30 de octubre de 2010, se cumplen 100 años desde el nacimiento de Miguel Hernández.

Me he identificado con Miguel Hernández desde que leí por primera vez Nenas de Cebolla. Ese poema tan lleno de belleza y emoción me llamó la atención. Pues iba investigando quien era ese ‘Miguel Hernández’ y al descubrir quién era y cómo vivía, tenía el deseo de seguir leyendo la obra de y también de conocer más de cerca a ese gran persona.

Miento si no digo que me identifico con la política de Miguel Hernandez. Su partidario por la Republica Española, su documentación de la guerra y su forma de usar la poesía como medio para avanzar una política humana y que tira para la gente normal y no la gente elitista. Pero política y guerra civil al lado, también siento algo especial al leer sus acontecimientos sobre el amor, la naturaleza, la vida española, el pueblo y sobre todo la emoción, calor y amor por vivir que Miguel Hernández dejó sellado en su obra.
                                   

Como soy incapaz de hacer justicia al impacto de Miguel Hernandez con mis palabras propias, termino este blog con unas líneas de Miguel Hernández que especialmente relacionan a mi búsqueda de mi abuelo y de mí mismo.


"Por las calles voy dejando
algo que voy recogiendo
pedazos de vida mia
venidos desde muy lejos"


 “Si yo nací de la tierra,
si yo he nacido de un vientre
desdichado y con pobreza,
no fue sino para hacerme
ruiseñor de las desdichas
eco de la mala suerte
y cantar y repetir
a quien escucharme debe
cuanto a penas,
cuanto a pobres,
cuanto a tierra se refiere”.

"Victoriosos saldremos
de las fúnebres fauces,
remontándonos libres
sobre tantos plumajes,
dominantes las frentes,
el mirar dominante,
y vosotros vencidos
como aquellos cadáveres.

Campesino, despierta,
español, que no es tarde.
A este lado de España
esperamos que pases:
que tu tierra y tu cuerpo
la invasión no se trague."

“Conozco bien los caminos
conozco los caminantes
del mar, del fuego, del sueño,
de la tierra, de los aires.
Y te conozco a ti
Que estás dentro de mi sangre.”



"Aunque bajo la tierra
mi muerto cuerpo esté
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré."

18 octubre 2010

Mi primera visita al Cabanyal (2010)


 Un lugar tremendamente entrañable 
El 17 de Julio de 2010

Estaba de vacaciones con un programa de la Universidad de Alcalá para extranjeros. En ese viaje, entré por primera vez en el barrio de mi abuelo, de mis ancestros. Quedaba allí en la playa donde empezó la comunidad de pesca. Fue un día muy emotivo y todo al golpe cuando por fin me dio cuenta de que estaba en el barrio porque al principio no tenía claro que esto fue El Cabanyal. Entonces cuando iba andando con una amiga, Erin, miraba a los signos y los nombres de los comercios y vi una y otra vez alteraciones del nombre Cabanyal y Cabañal indicándome de que había descubierto mi casa.

De verdad el día pasó muy rápidamente. Hubiera gustado quedarme en El Cabanyal para unas semanas pero tan sólo tenía unas horas. Aún me da pena por no haber tomado suficientes fotos o haber hecho suficiente exploración del barrio. Me toca volver tan pronto posible para realmente conocer a ese lugar tan entrañable para mí.

El autor en la playa Cabanyal junto a la fuente del barco
Hay una fuente muy especial allí en la playa de las Arenas o la playa El Cabanyal. Me encantó ese fuente. Sentí una conexión con ella porque mi abuelo era barquero. Él tenía un barco cuando estaba aún casado con mi abuela (esa tema tendrá que esperar para otro día). Encontrar esa fuente en el barrio de mi abuelo tenía aún más importancia para mí porque es emblemático de él mismo: un barquero del barrio de pescadores de Valencia quien viene a los Estados Unidos escondido en un barco y luego se compra un barco y aventura el mar. Así ese fuente representa para mí el espíritu de mi abuelo y también de su barrio.

Pasé el día allí en la playa de las Arenas o como también es conocida la playa de El Cabanyal. Había tanto calor aquel día en la playa pero me ilusionaba poder estar en ese lugar tan entrañable. Luego, con la muy acertada ayuda de mi amiga Erin, compré unos regalos conmemorativos de ese lugar tan especial para mi novia, mi madre y mi padre.

Aquel noche de mi primer día en El Cabanyal también tenía unas detalles muy especiales. Disfruté de una cena de maravilla con unos amigos especiales, Laura, Kyle, Erin y Beth (que sí estaba aunque por desgracia no sale en ninguna de esas fotos). Nos quedábamos en un restaurante para mariscos y disfrutamos una paella muy buena.

Al terminar la cena fuimos a pie hacia la Ciudad de Artes y Ciencias. Nunca había visto la maravilla de Calatrava en la noche. ¡Es igual de espectacular! Pasarlo bien y tranquilamente con amigos en la ciudad de mi abuelo fue una experiencia que no puedo olvidar.

Parece que hay algo especial en el aire en Valencia o tan sólo es que me siento algo adentro estando en Valencia, pero siempre las noches en Valencia suelen ser memorables, especiales. Cómo la noche en mi viaje con mi hermano y mi abuela. ¡O es que hay algo en la paella que me hace sentir tan fenomenal!
En la piscina debajo de la fachada del Palau de Artes
Por desgracia este viaje tenía que terminar y tenía que dejar atrás a El Cabanyal y a la ciudad de Valencia. Aún así, "atrás", no salen de mi mente y siguen apareciendo en mis sueños y fantasías. Me tocará volver muy pronto. De esto estoy seguro. El Cabanyal es tan parte de mí que me perdería si lo dejara atrás. Allí están mis inicios, mis raíces. Aunque no soy barquero ni pescador, prefiero la vida cabañalera: una vida simple, tranquila, rica en amigos y alegría, fijado en quien soy y cuál es mi identidad. 

Sueño con vivir allá y así retomar los raíces de mi familia y intentar pasar a otra generación lo bueno que he aprendido en la vida, lo bueno que me ha enseñado El Cabanyal. Igual es muy importante para mí compartir El Cabanyal en el futuro las personas más cercas a mi corazón. Me gustaría ver la cara de mi madre al estar en el barrio de su padre separado. Me gustaría mostrar a mi novia lo bonito que es el lugar de donde vengo. Me gustaría pasar una vida allá y sentirme a casa.

D.B.S.

La Ciudad de Ciencias y Artes de noche

14 octubre 2010

Mi primera visita a Valencia


Con mi abuela y mi hermano
El 25 y 26 de Mayo de 2009

Estaba tan emocionado antes de mi primera visita a la ciudad de origen de mi abuelo. En aquel entonces no sabía que mi abuelo era de El Cabanyal tan sólo que era de la ciudad de Valencia. Había viajado a España tres años antes pero no tenía la oportunidad de viajar al sur del país. Pues, sólo había visto a Toledo de todo la parte sur de España. ¡Entonces realmente no había visto a España para nada!

Lo realmente especial era volver a España con una nueva mentalidad, un nuevo aprecio por lo el país. Tras mi primera visita a España, al verme ilusionado con aprender lo máximo que pude de España, de su idioma, su cultura y su fútbol, mi madre me compartió el hecho que su padre, mi abuelo, era original de España de la ciudad de Valencia. Tal vez me había dicho ese hecho antes en la vida pero ya con ese aprecio para la españolidad me impactó como nunca antes pudo. Cambió mi mundo, mi concepto de mi mismo y mi identidad al saber de mis raíces españoles. Tenía un orgullo tremendo al saber que tenía sangre española en mis venas y quería volver lo antes posible para rediscubrir el país que tanto amaba desde lejos.

La oportunidad llegó en 2009 para viajar con mi abuela Ruth, ex-esposa de Vicente, y mi hermano Grant. Fue el primer viaje fuera de los Estados Unidos para mi abuela. Seguro que a ella le impactó muchísimo ver a Europa y todo su esplendor y historia por la primera vez y con ojos de 84 años. A pesar de su vejez, no necesitaba muchos ánimos ni muchos convencimientos para aceptar mi propuesta de ir a España en el verano de 2009. Nos invitamos a mi hermano Grant que tanto conocía de España desde sus anteriores viajes y estudios. Él nos sirvió como guía y conductor de coche manual. Al empezar con todos los planes para el viaje, yo le dije a mi hermano que teníamos que viajar a Valencia sin excepción. Lo hicimos.

Casi fue nuestro primer destino al salir desde Madrid aunque tardamos dos días en camino para ver a Cuenca. Entrar en la ciudad de Valencia me causó una avalancha de pensamientos: ¿Por dónde hubiera vivido mi abuelo? ¿Tenía aún familiares por esas calles? ¿Cómo hubiera sido la ciudad y la vida en aquel entonces? Todo el rato tenía que prestar atención al mapa y dar avisos a mi hermano para navegar a un hostal. Tenía tanta ansia para salir del coche y explorar la ciudad.

Nos quedamos en la Pensión París cerca de la Universidad y el parque Parterre. Desde allí fuimos inmediatamente para la Ciudad de Artes y Ciencias (otra petición mía). Había leído de Santiago Calatrava en los periódicos estadounidenses y había visto imágenes en la web para asegurarme que esa tenía que ser una maravilla. Así lo fue.

L'Hemisfèric y atrás el museo del príncipe. Más allá en la
extrema derecha se puede ver la Ágora en plena construcción.
(foto: sacado por mí)

No había visto nada igual en todo en mundo y nunca después salvo las otras maravillas de Santiago Calatrava.

Al terminar nuestro paseo por la Ciudad de Artes y Ciencias fuimos a una playa al sureste de la ciudad. Fue impresionante estar en el Mediterráneo por primera vez. Nos pasemos todo la tarde allí. La noche volvemos a la ciudad para pasear por el casco histórico y allí en un restaurante mi abuela y yo comemos nuestra primera paella, bueno, paellas. Esa cena recordaré por toda mi vida. Compartimos unas paellas fantásticas y una botella de vino y hablamos de familia, cosas de futuro, de todo. Sentí algo muy especial pensando en mi abuelo aquel noche: que él nos miraba, encantado de vernos en su ciudad. Algo decía mi hermano a ese efecto que sigue en mi recuerdo.

Por lastima el próximo día mi hermano tuvo decido de que íbamos a salir. Me dio mucha pena tener que dejar aquel lugar. Por la mañana en una librería al lado del parque y cerca de la pensión donde quedamos, compré un libro que ha sido como una biblia para mí: La antología poética de Miguel Hernández. Eso fue el primer acto en mi conocimiento, mejor dicho mi acercamiento al gran poeta. Conocer a Miguel Hernández por su poesía y su vida ha sido otro experiencia inolvidable que también ha tenido un papel importante en formarme como persona además de servirme como inspiración para continuar con mis investigaciones de mi abuelo. De Miguel Hernández voy a dedicar al menos el mes de Noviembre en mi blog para hablar de dicho rol.


Esa primera visita a Valencia le guardo un pequeño hueco en mi corazón a pesar de que fue cortita. Vivirlo con mi hermano y mi abuela aumenta aún más la importancia de redescubrir la ciudad de origen de mi abuelo. Siempre será el lugar preferido para mí, un lugar a donde he vuelto en otra ocasión (sobre lo cual se tratará mi próximo blog) y sobre todo un lugar a donde tengo que volver a menudo para mantenerme sano.