14 octubre 2010

Mi primera visita a Valencia


Con mi abuela y mi hermano
El 25 y 26 de Mayo de 2009

Estaba tan emocionado antes de mi primera visita a la ciudad de origen de mi abuelo. En aquel entonces no sabía que mi abuelo era de El Cabanyal tan sólo que era de la ciudad de Valencia. Había viajado a España tres años antes pero no tenía la oportunidad de viajar al sur del país. Pues, sólo había visto a Toledo de todo la parte sur de España. ¡Entonces realmente no había visto a España para nada!

Lo realmente especial era volver a España con una nueva mentalidad, un nuevo aprecio por lo el país. Tras mi primera visita a España, al verme ilusionado con aprender lo máximo que pude de España, de su idioma, su cultura y su fútbol, mi madre me compartió el hecho que su padre, mi abuelo, era original de España de la ciudad de Valencia. Tal vez me había dicho ese hecho antes en la vida pero ya con ese aprecio para la españolidad me impactó como nunca antes pudo. Cambió mi mundo, mi concepto de mi mismo y mi identidad al saber de mis raíces españoles. Tenía un orgullo tremendo al saber que tenía sangre española en mis venas y quería volver lo antes posible para rediscubrir el país que tanto amaba desde lejos.

La oportunidad llegó en 2009 para viajar con mi abuela Ruth, ex-esposa de Vicente, y mi hermano Grant. Fue el primer viaje fuera de los Estados Unidos para mi abuela. Seguro que a ella le impactó muchísimo ver a Europa y todo su esplendor y historia por la primera vez y con ojos de 84 años. A pesar de su vejez, no necesitaba muchos ánimos ni muchos convencimientos para aceptar mi propuesta de ir a España en el verano de 2009. Nos invitamos a mi hermano Grant que tanto conocía de España desde sus anteriores viajes y estudios. Él nos sirvió como guía y conductor de coche manual. Al empezar con todos los planes para el viaje, yo le dije a mi hermano que teníamos que viajar a Valencia sin excepción. Lo hicimos.

Casi fue nuestro primer destino al salir desde Madrid aunque tardamos dos días en camino para ver a Cuenca. Entrar en la ciudad de Valencia me causó una avalancha de pensamientos: ¿Por dónde hubiera vivido mi abuelo? ¿Tenía aún familiares por esas calles? ¿Cómo hubiera sido la ciudad y la vida en aquel entonces? Todo el rato tenía que prestar atención al mapa y dar avisos a mi hermano para navegar a un hostal. Tenía tanta ansia para salir del coche y explorar la ciudad.

Nos quedamos en la Pensión París cerca de la Universidad y el parque Parterre. Desde allí fuimos inmediatamente para la Ciudad de Artes y Ciencias (otra petición mía). Había leído de Santiago Calatrava en los periódicos estadounidenses y había visto imágenes en la web para asegurarme que esa tenía que ser una maravilla. Así lo fue.

L'Hemisfèric y atrás el museo del príncipe. Más allá en la
extrema derecha se puede ver la Ágora en plena construcción.
(foto: sacado por mí)

No había visto nada igual en todo en mundo y nunca después salvo las otras maravillas de Santiago Calatrava.

Al terminar nuestro paseo por la Ciudad de Artes y Ciencias fuimos a una playa al sureste de la ciudad. Fue impresionante estar en el Mediterráneo por primera vez. Nos pasemos todo la tarde allí. La noche volvemos a la ciudad para pasear por el casco histórico y allí en un restaurante mi abuela y yo comemos nuestra primera paella, bueno, paellas. Esa cena recordaré por toda mi vida. Compartimos unas paellas fantásticas y una botella de vino y hablamos de familia, cosas de futuro, de todo. Sentí algo muy especial pensando en mi abuelo aquel noche: que él nos miraba, encantado de vernos en su ciudad. Algo decía mi hermano a ese efecto que sigue en mi recuerdo.

Por lastima el próximo día mi hermano tuvo decido de que íbamos a salir. Me dio mucha pena tener que dejar aquel lugar. Por la mañana en una librería al lado del parque y cerca de la pensión donde quedamos, compré un libro que ha sido como una biblia para mí: La antología poética de Miguel Hernández. Eso fue el primer acto en mi conocimiento, mejor dicho mi acercamiento al gran poeta. Conocer a Miguel Hernández por su poesía y su vida ha sido otro experiencia inolvidable que también ha tenido un papel importante en formarme como persona además de servirme como inspiración para continuar con mis investigaciones de mi abuelo. De Miguel Hernández voy a dedicar al menos el mes de Noviembre en mi blog para hablar de dicho rol.


Esa primera visita a Valencia le guardo un pequeño hueco en mi corazón a pesar de que fue cortita. Vivirlo con mi hermano y mi abuela aumenta aún más la importancia de redescubrir la ciudad de origen de mi abuelo. Siempre será el lugar preferido para mí, un lugar a donde he vuelto en otra ocasión (sobre lo cual se tratará mi próximo blog) y sobre todo un lugar a donde tengo que volver a menudo para mantenerme sano.

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