27 junio 2011

Por qué soy del Levante U.D.

El granota americano
A veces la gente se interesa por cómo el Levante puede tener una hincha en los Estados Unidos. Resulta curioso que un club que contaba con menos de 12,000 abonos durante la campaña pasada llegara tan lejos. Yo creo que es por eso que algunas personas se interesan  por mi historia personal o tienen dudas sobre cómo me hizo granota. Claro, soy el granota más descarriado, incluso los que son de otras comunidades en España, o hasta los que siguen el Levante desde Ecuador por las actuaciones de Felipao. Aquí estoy yo en la mitad de un país que no tiene conexiones con el Levante ni ha aportado ningún jugador al Levante en toda su historia. Pues, ¿cómo es que hay un granota en esa parte del ancho mundo? Aunque es difícil explicar un sentimiento, voy a intentar explicarlo en cuánto puedo.

Mi historia personal de levantinismo empieza en el otoño de 2006 cuando regresé de mi primer viaje a España. Hice un viaje con estudiantes universitarios, aunque en aquel entonces yo todavía estaba en el instituto. España me encantó. Cuando estaba allí, sentí algo especial por la gente, el país y, por supuesto, por su selección, que me decantó por primera vez a apreciar el fútbol, deporte menospreciado en EE.UU., durante el mundial de aquel año. Cuando mi madre me veía tan interesado e ilusionado con aprender el español y todo que tenía que ver con España después de este viaje, me dijo que si sentía así fue por algo: mi abuelo, su padre, era español, de Valencia.

No sé si me había informado de esto antes y no me había importado, pero esta noticia para mí verificaba todo lo que sentía en aquellos momentos: una conexión muy fuerte con España. Un poco más tarde me enteró de que existía la posibilidad de la ciudadanía bajo la Ley de Memoria Histórica, dado que mi abuelo, Vicente Sanchis Amades (también lo he visto como Sánchez y Sánches), era un soldado republicano que huyó después de la Guerra Civil Española y yo, como su nieto, tenía ese derecho de optar a la nacionalidad española bajo esta ley. Pensar en esta posibilidad me hizo tanta ilusión que me puse a trabajar e investigar en todo lo que podía la vida de mi abuelo.

Este trabajo dejó sus frutas, aunque nunca he recibido la ciudadanía española porque no he podido probar la españolidad de mi abuelo mediante un documento oficial español como un certificado de nacimiento (una tarea difícil: nació en 1906) a pesar de que he intentado muchas veces solicitar algo desde el Cónsul Español en Chicago y mediante la web de la Ley de Memoria Histórica. Las frutas se ven en la cantidad de información que tengo ya sobre mi abuelo y mi conocimiento de los raíces que me han acercado al Levante, fruta más dulce de todas. He podido saber que mi abuelo y mis raíces valencianos son del barrio de El Cabanyal en Valencia como prueba un documento desde su tiempo en el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.

En Julio de 2010, durante otra estancia en España, visité por primera vez a El Cabanyal y me quedé tan enamorado del barrio, me sentía unido a la lucha por su preservación y, en general, me quedaba tan impresionado por la experiencia de estar allí, el lugar dónde vivían mis ancestros. Nunca lo olvidaré. Unos días más tarde, estuve en Alcalá de Henares, donde estaba estudiando durante aquel verano, y encontré el anuncio para la campaña de abonos del Levante en un sitio web español. Aunque había oído del Levante, realmente no lo conocía antes de este vídeo.


Me identificaba con todo lo que decían en el anuncio, sobre todo por poetizar y alzar las virtudes de la humildad y el esfuerzo incondicional, unas virtudes que me enseñaron mi abuela y mi madre, y también mi equipo de toda la vida en mi tierra: la sección de baloncesto en la universidad de Kent State que está a un paseo de mi casa en Ohio.

El MAC Center, igual que el Ciutat, es "pequeño" pero con mucho ambiente en la grada.

Mi mamá me ha contado que yo asistía a partidos de Kent State cuando aún estaba en la cuna. Kent State es muy parecido al Levante: somos los pequeños gladiadores que dan guerra a los equipos de élite, y aunque a veces triunfamos, nunca abandonamos nuestra humildad. Kent State, como el Levante, no aspira a ganar títulos nacionales. Entendemos que identificarnos con una entidad y que esa entidad nos representa a nosotros y nuestros ideales, tiene mayor importancia que tener unos títulos de NCAA (o la Champions). Somos muy familiares. Conocemos a la gente en la grada y hasta a los jugadores. Y ellos conocen a nosotros. Tengo una pelota de baloncesto con la firma de Trevor Huffman, a lo mejor nuestro Ettien, donde me dejó el mensaje: "Persigue tus sueños." Cuando, aún de adolescente, pasaba por las canchas de la universidad, era normal que los jugadores del equipo me dejaran o hasta me invitaran a jugar con ellos. Incluso algunos entrenadores me conocían. Cuando cumplí 16 años, ponían una pequeña felicitación en el videomarcador (el nuestro también era muy antiguo, pero lo han cambiado desde aquel entonces). Estos detalles tan preciosos y personales sólo pasan en las entidades que trabajan desde la humildad y que valoran de todo corazón lo que es ser una familia. Por todo eso, yo veo a Kent State, en palabras de Pedro Sempere, como "Jimmy Gimble" otro "concomitante con el Levante UD".

También he disfrutado de desplazamientos largos como el viaje de 9 horas a Carolina del Norte 
para enfrentarnos a Duke University, la universidad más exitoso de los últimos veinticinco años en la NCAA. 
En otra similitud con el Levante, los árbitros nos perjudicaron y perdimos, pero sólo por 7 puntos, 79-72.

Después de ver el anuncio del Levante, quería saber más sobre este club misterioso que parecía tanto a mi Kent State. Cuando aprendí que era del mismo barrio de mi abuelo, El Cabanyal (de hecho sólo unos años separan sus respectivos nacimientos), no lo podía creer. Entonces, el Levante es mi Kent State en La Liga Española no tan sólo por sus valores, sino también porque es el equipo de mi "casa" en España, es decir que sería el equipo local para mí y mis raíces españoles.

Por lo que mi abuela y mi madre me enseñaron, por este entendimiento del deporte que he tenido toda mi vida y por el recién conocimiento de mis raíces cabanyaleros, estaba bien claro que me iba a convertir en granota, hecho que pasó en esta última campaña en Primera. De hecho, el primer partido ante el Sevilla fue mi primer partido como granota. A partir de allí conocer al Levante ha sido una auténtica pasión.

El Levante también ha tenido detalles preciosos conmigo, parecidos a los de Kent State. Por ejemplo, cuando el club tenía una promoción para que los aficionados pudiéramos dejar mensajes colgados en los vestuarios, el club recibió con los brazos abiertos unos mensajes que envió por email (porque no podía colgarlos en persona):

El primero fue incluido en un reportaje de Canal Plus.

Hasta los jugadores han tenido detalles conmigo. Rafa Jordà es el jugador levantinista que ha protagonizado unos detalles que guardaré para siempre en la memoria. Es un jugador que encaja a la perfección con los valores de humildad y esfuerzo que caracterizan al Levante. Además, tiene todas las señas de ser una persona muy amable y encantador. Parece más un hijo propio para muchos de nosotros. Pues, Rafa tuvo un concurso de vídeos para sus aficionados en su sitio web. El mío fue escogido.

Mi vídeo que ganó el concurso de Rafa Jordà
 
Decían que el ganador se llevaría una camiseta firmada por Rafa, algo que me daba muchísima ilusión porque el club no tiene una tienda online y, por lo tanto, no existe una manera de recibir una camiseta del Levante en EE.UU.). Pero el grande Rafa no tan sólo firmó él mismo, sino también la tenía firmada por todos los compañeros de la plantilla de esta última campaña, como he dicho mi primera como granota, que para mí y muchos más fue el mejor Levante de la historia.
A este gran gesto me faltaban las palabras y mi español. 

Lo único que puedo decir es que me va a servir de mucha motivación e inspiración en esta, mi última temporada en mi equipo universitario y que algún día, cuando tenga casa propia, estará colgada en un lugar importante de la casa. Estaré siempre agradecido a Rafa y la gente que trabaja en Oidea Comunicación y, también al Levante y sus grandes jugadores.

Sigo sintiendo una alegría tremenda como aquel primer día (a pesar de la dolorosa bienvenida a Primera que sufrimos en casa por parte del Sevilla) cada vez que veo al Ciutat de València o el Levante. Cuando lo veo por la tele, se me ponen los pelos de punta. Me siento muy vinculado al Levante, tal que paso mis días en Internet, intentando informarme de toda la actualidad y historia del club.


Está claro que ser del Levante es mi recuperación de memoria histórica. A pesar de que mi deseo de obtener la nacionalidad española ha sido un fracaso, me ha acercado al Levante, una gran conexión a la tierra de mis ancestros. Gracias al Levante puedo sentir cada día más cercano, más orgulloso de mis raíces, y, como el mismo club, lo que es ser de El Cabanyal y los Poblados Marítimos.

D.B.S.


Posnota, el vídeo mío ha salido en Canal Nou en València. Aquí el reportaje...


10 junio 2011

Escuela Secundaria

Día de mi graduación de escuela secundaria

Estudiante del español de por vida
En la escuela secundaria, disfrutaba de una experiencia inolvidable y que me ha marcado muchísimo como persona.

me ha enseñado el camino a seguir en la vida.