09 enero 2013

Ramona Amades Alabau

Para sacar a la luz la memoria de
Ramona Amades Alabau
Nacida el 14 de diciembre de 1881
Muere el 22 de enero de 1972

La Dolorosa del Cabanyal
Foto: Rafa Grilles Izquierdo
Som el coratge de seguir
Es posible que mi bisabuela Ramona no quisiera ser recordada tan sólo por su sufrimiento en su vida terrenal.Seguramente no definiría a su vida como una serie de tristezas profundas o, tal vez, en su corazón tan religiosa era de esperar, el sufrimiento terrenal era de esperar, tan sólo una parte de una historia más gloriosa. Sin embargo, sólo puedo reconstruir su vida de los hilos que permanecen. Estos rasgos de la vida de Ramona Amades Alabau indican una vida repleta de dificultades, de dolor y de penas. Estos hilos siembran la imagen de una mujer que vivió con coratge...

Cabanyalera
Mis raíces más profundamente cabanyaleras vienen por parte de mi bisabuela. Nació y creció allí en El Cabanyal y vivió allí durante casi la totalidad de de su vida. Era cabanyalera, con todo lo que eso conllevaba. El Cabanyal, el mítico barrio marinero de la costa, era y es sinónimo de una vida trabajada y en cierto sentido, a contracorrent.

Prueba de las condiciones adversas en las que vivía entonces es la muerte de su hija pequeña, Gloria Sanchis Amades. Gloria murió con apenas tres añitos de edad. El nombre de mi madre, Gloria, homenajea a esa hermana. Además, el segundo nombre de mi madre, y quizás la misma que su tocaya Gloria, es "Dolores", una clara referencia a LA DOLOROSA, la Virgen patrona de El Cabanyal. Un buen amigo mío, Rafa Grilles Izquierdo, hizo el descubrimiento al saber que mis ancestros habían vivido en la calle Tromoyeres del Cabanyal, allí es donde tuvo y tiene su sede la Corporación de Granaderos de la Virgen de los Dolores. Rafa cree, y yo comparto su teoría, que es una muestra de la gran importancia que tuvo la religión en mi familia ancestral y más allá de esto que eran seguidores y tal vez miembros de la Corporación de La Dolorosa hasta el extremo de nombrar a su segunda hija en nombre de la Virgen. Seguramente en sus momentos más difíciles, sus tristezas más profundas, Ramona puso sus temores, sus lágrimas y sus soledades en las manos de la Virgen.

La rama de los "Amades" tiene sus raíces muy establecidas en El Cabanyal. Ramona tuvo un hermano Vicente Amades Alabau que fue un hombre muy alegre y extrovertido que hizo un labor exhaustivo y noble por y para la música en el barrio marinero y en los pueblos valencianos. 

Muerte de su esposo y de tres de sus hijos
No tengo datos firmes acerca de estos familiares pero parece que mi bisabuelo, Salvador Sanchis García murió en el servicio militar, tal vez en Maruecos. Tampoco he podido averiguar nada acerca de de sus otros dos hijos (además de la ya mencionada Gloria que murió tan joven y mi abuelo Vicente). Desaparecen totalmente desde los archivos sus hijos Salvador Sanchis Amades y Ramona Amades Alabau, cuyos caminos no hemos podido averiguar, podrían ser atribuidos a la Guerra Civil y/o la represión que vino luego. 

De Valencia a Nueva York
Foto de La Saturnia
En noviembre de 1953, por motivos que no puedo contar con certeza total pero sí puedo teorizar, Ramona decide abandonar a Valencia. Podría haber tenido una larga lista de motivos: la muerte de su esposo, las desaparicines o muertes de su hijo primero, Salvador, y su hija, Ramona, el deseo de estar con su único hijo restante, el deseo de escapar el franquismo y las dificultades diarias. Creo que le empujó el deseo de estar con su hijo y de escapar el lugar donde había sufrido tantas tristezas. Me cuenta mi abuela Ruth que ese viaje en principio no era ninguna "visita" y que Ramona venía porque su hijo "Vicente quería que viniera a Ohio" y era porque "ella ya no tenía a nadie más". Ramona pensaba quedarse en Cleveland, Ohio, a vivir con su hijo y su nuera por lo que le quedaba por vivir. 

Salió de Barcelona el 3 de noviembre de 1953 en el barco transatlántico de cierto renombre, el Saturnia. Según el archivo de inmigración que documenta su llegada, tuvo la compañía de al menos dos españoles más: Anastasio Barberena y Juan M. Junceda. Llegaron a Nueva York el 14 de 1953. Mis abuelos la recogieron allí y la llevaron hasta Cleveland donde ellos vivían. Le esperaba una adaptación difícil.

Por desgracia poco duró la estancia. El cambio cultural, el idioma y el estilo de vida le afectó mucho y no le permitieron una adaptación ideal. Mi abuela cuenta las mil tristezas de una mujer profundamente tocada y detalles como que era "muy religiosa" y que no hubo manera de convencerla a hacer nada (sobre todo de ducharse). Se vistió siempre de negro, un costumbre que resumió sus sufrimientos, su estado como viuda.

Su estancia en Cleveland duró poco tiempo y pronto volvió a Valencia. Mi abuela afirma que regresó porque no pudo adaptarse a la vida en Cleveland.

Las hermanitas de los ancianos desamparados
Mis padrinos Joan Bosch y Rosa María Alcaina me ayudaron a rescatar la historia de mi bisabuela, que antes terminó con ese regreso triste a Valencia. Mis padrinos pudieron encontrar a Ramona ya establecida de nuevo en Valencia en 1950 (Calle Chapa número 12-4ª con 69 años y viuda) y luego en 1955 con una nueva residencia fuera del Cabanyal.

Estatua de
Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars
cerca del asilo en Valencia
Al regresar a Valencia, se ingresó al asilo para ancianos "Las hermanitas de los ancianos desamparados" localizado cerca de la Pont de fusta. La orden de hermanitas y el asilo fueron fundados por Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars. Actualmente sigue abierto y muy activo el asilo, ofreciendo servicios para cuidar a los ancianos pobres que no tienen recursos para afrontar el final de sus vidas terrenales. 

El descubrimiento de mis padrinos confirmaba una afirmación de mi abuela quien había dicho que aún en Cleveland había ingresado en un convento de hermanitas para ancianos ("The Sisters of the Poor"). Tampoco pudo adaptarse o tampoco quiso vivir allí y volvió a Valencia para entrar en dicho asilo, seguramente parecido al de Cleveland pero con más tradición e historia.

La Riada del 57
Ramona estaba viviendo en el asilo cuando El Cabanyal y Valencia ciudad sufrieron la brutalidad de la Gran Riada de 1957. Alejada de la zona cero en los poblados marítimos, seguramente no estuvo alejada del sufrimiento emocional que hubo en aquella época. Aún tenía a su familia cercana allí en la zona marítima, en especial a su hermano Vicente.

La Riada suponía un golpe duro, uno más para Ramona y una generación de valencianos que sufrieron tanto para salir adelante en la mayor parte del siglo XX.

Testiga del primer ascenso del Llevant U.D. a Primera
Esa reconstrucción de la vida sufrida de mi bisabuela merece tener una alegría. No pudo ser de otra manera.  Parece que detrás, debajo o alrededor de las historias de mis ancestros y yo está siempre la figura del Levante Unión Deportiva.

En la campaña del 62-63, el Llevant volvió, como el ave fénix, después de la riada y de la decepción del sueño frustrado al caer por un gol de diferencia en la promoción de ascenso a Primera en la temporada 1958-59. Logra estar en la Primera División era la ambición de una generación de levantinistas. Desde la re-formación de la Liga Española después de la Guerra Civil, el Levante U.D. soñaba con ese empeño, puesto encima de la entidad por sus seguidores y sobre todo por su muy, muy "honroso historial". El Levante U.D. era fruto de la fusión entre dos clubes importantes el Levante FC y el Gimnástico. Los dos clubes decanos del fútbol valenciano tenían sus glorias pasados y sus palmarés. Era tiempo de que el Levante U.D. estuviera a la altura de su gran historia.

La plantilla y el tandem de Balaguer y Quique
Con una plantilla de ensueño formado por hombres como Dominguez, Wanderley, Vall y Calpe se logró el tan esperado ascenso a la máxima categoría del fútbol español, el dos de junio de 1963 en Vallejo a unos centenares de metros desde el asilo de Santa Teresa de Jesús donde residía mi bisabuela. Seguramente escuchó los gritos de júbilo puro de aquel día tan histórico. No sé si era muy de fútbol o no pero sabiendo que ese club era el heredero del estandarte del Cabanyal y de todo el marítimo, ¿cómo no iba a alegrarse plenamente aquel día?

El Coratge de Seguir
Lo que más me llama la atención de mi bisabuela es sin duda su capacidad para sobreponerse a las dificultades y tragedias en la vida. Para ella, su fé católica fue muy importante y seguramente instrumental en ayudarla a levantarse. Nunca la concí, pero más allá de mis investigaciones, mi corazón me dice que ella tuvo mucho coratge para seguir en su camino, para seguir creyendo y teniendo fé. Ella es un ejemplo para mí. Basta con ver una recopilación aquí de algunas de las tristezas que vivió Mi bisabuela Ramona supo sobrevivir y superar una y otra vez el sufrimiento y la pena, encontrando siempre el coratge de seguir.


Agradecimientos: 
Rafa Grilles Izquierdo, por aportar nueva base de datos y perspectiva sobre la importancia que tuvo la religión para mis ancestros. 

Mis padrinos, Joan Bosch i Rosa María Alcaina, por siempre echarme una mano, meses antes de que pudiera solicitarla, y por rescatar a mi bisabuela del olvido. Vuestra ayuda ha sido fundamental en concluir esa reconstrucción de la vida de mi antepasada.

1 comentario:

  1. Deán, emocionante, como todos tus relatos, tan lejos y tan cerca.

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