17 noviembre 2010

Viajes hernandianos: Madrid

 Orihuela - Madrid - Alicante
Monumento a Miguel Hernández en el parque del Oeste en Madrid
(foto: propriedad del autor)

Madrid: Ciudad que le convirtió en perla

Parada de Metro "Miguel Hernández" en Madrid
(foto: propriedad del autor)
Una perla es tan pura y clara, una cosa preciosa, pero una cosa que cuesta muchísimo trabajo por hacer.

Así fue Madrid para Miguel Hernández: un lugar para madurar, crecer y mejorarse como persona y poeta. Pues, tiene algo de sentido empezar en Madrid mi ruta de Viajes hernandianos que hizo en julio y junio de 2010 pasando por Madrid, Orihuela y Alicante para repasar la vida del poeta que más influencia ha tenido en mi vida.

La trayectoria poética de Miguel Hernández tuvo sus dificultades. Cuando el poeta dejó a su Orihuela natal para la ciudad de Madrid, encontró un mundo de dificultades y obstrucciones. Empezó trabajando siempre donde hubo trabajo, haciéndose periodista. Tenía la suerte de cruzar caminos con algunos de los grandes poetas de la época: Neruda y García Lorca, entre otros.

Pero la estancia de Miguel Hernández fue parteado por culpa del dinero y de que no gozaba del éxito esperado. Al final, regresó a Orihuela, pero dentro de unos años había vuelto a Madrid a buscarse la vida y esta vez les encontró la suerte y el éxito.

Veo paralelos con mi vida y la vida de mi abuelo. Como Miguel Hernández, mi abuelo Vicente también tomaba un gran paso en la vida cuando se fue a vivir en Estados Unidos. Casi sin posesiones ni contactos, se fue para buscar una vida mejor. Obviamente tenía sus dificultades pero al final salió victorioso del desafío.

Escritura en la pared
Para mí, Madrid siempre ha tenido un aire de casa fuera de casa y al mismo tiempo ha sido un lugar que me ha estimulado a trabajar para atener lo mejor de mí. Como Miguel Hernández, yo llegue a Madrid sin muchas ideas de la vida ni de mí mismo y salí la primera vez algo derrotado. No hablaba el idioma ni entendía mucho del mundo español. Tenía mis frustraciones y estaba algo deprimido como tenía que haber sentido Miguel al no encontrar el éxito con su poesía. Yo, como él, también regresé a casa para ponerme las pilas e intentar mejorar. He regresado a Madrid varias veces y siempre he notado que la ciudad me ha dado un punto de inflexión para salir adelante en la vida. 
Monumento a Miguel Hernández en el parque del Oeste en Madrid 

Es una ciudad tan impresionante que te quedas algo humillado y recuerdes que nadie te va a regalar nada y que tienes que trabajar y luchar para todo lo que quieres sacar de esa vida.


Miguel Hernández, mi abuelo y yo tenemos, como muchas personas, la marca de grandes saltos en nuestras vidas. Los grandes saltos son las experiencias que cambian y dejan huellas en las vidas de personas. Son los que nos acercan a nosotros mismos y nos revelan quiénes somos y de qué estamos hechos. Ese blog y ese camino en busca de mi abuelo ha sido un pequeño salto que ya ha dejado huella en mi vida y espero continuar repartiendo mis experiencias aquí para los que quieren leerlas pero sobre todo para mí mismo y mi crecimiento como individuo y persona.

Estatua de Miguel Hernández
Parada de Metro "Miguel Hernández" en Madrid

Nota sobre las fotos
En este recorrido por los lugares más importantes en la vida de Miguel Hernández relacionados con Madrid, he compartido las fotos de mi colección personal sacadas en mis visitas a estos lugares.

16 noviembre 2010

"Madrid"

La Osa de Madrid (foto: de mi hermano, Grant Burrier)

Madrid
por Deán Burrier Sanchis

Como una estrella saliste por la noche
Tu cara lunar: tan blanca como lucente
Algunas horas atrás se fue la medianoche
Estaba tan ansioso que sentí adolescente
Busco sin descubrir adonde
La Osa se esconde
¿Por dónde? ¿Por dónde?

El tiempo para y me quedo sin reservaciones
No duermo pero seguro que estoy en sueño
Quedan disipadas hasta mis inhibiciones
Solo me demandan el mínimo de mi empeño.
Perdido en las calles sin por dónde ir
Pero ese crepúsculo tenemos que compartir
¿A dónde la Osa me quiere conducir?

Noches tan largos que salen soles
Yo sin cansancio, Llévame al baile
Así de lunáticos, somos españoles
Osa lleno de ocio. Pues, dale-dale…
Pero me lleva más allá de la incerteza
Hasta que me arrastra la Tristeza
¿Cómo sacarme de esa Pereza?

Siete estrellas. Siete razones. Te las cuento.

Como la Osa de Madrid te admiraba
Tan perseguidor de la sabiduría
Como ya una sabia.

Como en el Retiro en ti descansaba
De tanto estrés y miedo sufría
En mis manos te tenía.

Como la preciosa Cibeles te observaba
La reina del mítico paseo del Prado
Pero sin tocar: momento desaprovechado

A unos pequeños pasos, la Puerta de Alcalá
Gran símbolo español de la independencia
Como guiño hacia nuestra interdependencia.

Mis días finales andando por la Gran Vía
Imaginé para ver lo que pudo, veía
Todo una encrucijada de ingenia.

Las tardes inconsolable en Las Ventas
Por evitar la provocación de los lloros
Me pongo indefensa ante los toros.

Como de Atocha, en derrota, te salí
Bajo luna, cabizbajo, otra vez alicantino
Pero todo camino tiene su destino…       

Estrellas alineadas, contadas por mí
Eres mi rincón favorito de Madri


D B S

14 noviembre 2010

"Muchacha en la Ventana"

Muchacha en la Ventana de Salvador Dalí

Muchacha en la Ventana

por Deán Burrier Sanchis
Inspirado en la pintura
“Muchacha en la Ventana”
de Salvador Dalí

Tus ojos fijados en el horizonte
Allá donde tu pescador.
Tu cuerpo ya vestida de noche
Ropa suelta y brazos esperanzador
Tu pelo rizado y bonito,
Como tú, puesta para gala.
Tus zapatos de baile empolvados
De tanto desuso, como caídos de bala.
Allí tú, atrapada en nuestra ventana.

Allí yo, atrapado en fría encrucijada
Yo secluso, afuera en clima mala
Mis botos de pesca fastidiados
Como yo, casi de para tala.
Mi perfil gastado y negrito
Chaqueta astringida y brazos esperanzador
Ya listo para la noche
Allá con mi amor
Mis ojos vueltos hacia puerto.

¡Que me esperas
Pero que no desesperas!

No quiero que seas
La muchacha rota de esperas
Atrapada en cadenas
Siempre pendiente de mí.


Quiero que seas una paloma
Libre, tu vuelo más que loma
Sabia, lista y con diploma
Siempre una parte de mí.


D B S

11 noviembre 2010

Mi poesía



Hace más o menos un ano, empecé a escribir mi propia poesía gracias a la inspiración que me ha dado Miguel Hernández y como he dicho en mi último blog “La poesía”: escribir poesía es algo que me conecta con mi abuelo. Ese acto de escribir y ser poeta me ha ayudado muchísimo como persona y ha liberado mi espíritu desde la vida que nos atrapa y una sociedad que desanima que expresamos lo que guardamos muy adentro o que compartimos nuestra vulnerabilidad con los demás. Escribo para mí, como terapia. Escribo para documentar mis experiencias en esa vida y sobre todo para liberarme.


Aquí iré compartiendo los poemas que quiero poner para que la gente los lean.
*A partir de allí todos los blog de poemas aparecerán con títulos entre citas*
La primera no hace falta ni explicación

 
Mis Poemas
Por Deán Burrier Sanchis

Mis poemas son experiencias y expresiones
De amor, de vivir, de sufrir.
Contienen mis esperanzas y confusiones
De cómo la vida me hace sentir.

Mis poemas son cartas de amor
En versos simples.
Contienen sentimiento sin censor,
En ritmos juveniles.

Mis poemas son escritos para ti
Enviados desde lejos.
Contienen el deseo que tengo en mí
De verme reflejado en tus ojos.

Mis poemas son de mí mismo una reencarnación
Yo capturado en letra
Con todo lo mío: mi emoción e imperfección
Mi poesía me penetra

D B S

09 noviembre 2010

La poesía

Autor en frente de la casa de Miguel Hernández
con la antología poética del poeta en mano. (Junio 2009)


Una vía para comunicar con los muertos 

"Aunque bajo la tierra
mi muerto cuerpo esté
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré."
-Miguel Hernández
   
En el otoño de 2008 me encontré en mi primer semestre de universidad. En aquellos primeros meses tenia todo un mundo grande en frente. Decir que tenía algo de ansiedad y miedo sería engañoso. Pero unos escritores españoles me ayudaron a pasar por momentos difíciles con confianza y coraje. Estos escritores son Miguel Hernández y Federico García Lorca. Me recordaron de mi abuelo, de su lucha por la Republica, de mis raíces, pero sobre todo me dieron una visión de un mundo mejor con poemas de emoción e inspiración. Como ya estamos en el año del centenario de Miguel Hernández me toca hablar de su poesía y el gran efecto que ha tenido en mi vida.

Aún recuerdo aquel primer momento de encontrar a Miguel Hernández. Estaba pasando páginas de un libro de texto dedicado a literatura española, leyendo sobre autores y llegué leer sobre un Miguel Hernández, soldado-poeta en la banda republicana, muerto en prisión franquista. Ví muchos paralelos con la vida de mi abuelo a quien empezaba a investigar con más frecuencia en esa época. El libro de texto incluía Nenas de cebolla que sigue siendo un poema tan precioso para mí. Al leerlo evoqué muchas emociones, sentimientos que guardo adentro sobre mi España: la republicana, la de la libertad de opresión, la del gobierno elegido, la de la no-monarquía. Tenía la realización que este Miguel Hernández era un hombre que tenia esa visión y que había luchado y muerto por ella.

Pues, de aquí, estaba fascinado con la figura de Miguel Hernández y con su obra. Iba buscando información sobre su vida en Internet y leyendo sus poemas. Sus poemas me recordaron de lo bonito que es mi país, España, y su idioma, el español, pero sobre todo la gente española, mi gente, mis antepasados, mi abuelo. Sus poemas, como Campesino de España, me transmitían tanto amor y orgullo por hombres como mi abuelo y Miguel Hernández que lucharon contra el franquismo. La obra de Miguel Hernández siempre me ha transmitido valores y filosofías de vida, como si fuera mi viejo abuelo, dándome sus consejos y lecciones sobre la vida. Así es Miguel Hernández para mí: como un viejo conocido, un familiar distante.

Solo la poesía podría hacerlo posible, ofreciendo esa oportunidad de conectar con la alma de una persona. La poesía es algo que cuando esta bien hecha te saques una parte de ti y la roba tu poema. Es como si dejas todo tu corazón y alma en capturar ideas, sentimientos, palabras, etc. que al final el poema no es tan solo una reflexión de ti, mejor es una encarnación de ti. Y poemas nos pueden sobrevivir, como los de Miguel Hernández han sobre.

Termino este blog tan especial para mí con el recuerdo de un momento muy significativo para mí. Alguna vez estaba hablando con mi abuela sobre Miguel Hernández. Creo que estábamos repasando nuestro viaje a España en su casa en Ohio. Al hablar de Miguel y de mi afición por la poesía, mi abuela me interrumpía:
¿Sabias que tu abuelo le gustaba la poesía?
Sí. Leía mucha poesía…hasta recitaba poesía
de vez en cuando…”       
Seguramente leía Neruda, tal vez Kipling o Machado, y por supuesto tenía que haber leído a Miguel Hernández.

Como si fuera, allá arriba, manejando mis ojos, mis manos, mi mente hacia la poesía y Miguel Hernández…

Si escuchamos a los voces de la poesía podemos comunicar con ellos… ¿y que nos dicen?


Descansen en paz.
Seguid conmigo y con nosotros.